martes, 21 de mayo de 2013

CUANDO LOS HIJOS SE VAN DE CASA…


• La independencia de los hijos debe marcar el momento de tu propia independencia como papá.

• Los jóvenes mexicanos tienden a permanecer más tiempo en los hogares con mayores recursos económicos.
• Tener recursos propios derivados de la inserción laboral, es el principal impulso que alienta a los hijos a partir o casarse.
 La prueba de fuego del trabajo que han realizado los padres con sus hijos ocurre cuando salen de casa: ¿es un acuerdo negociado o sucede en medio de gritos y tirones? ¿Se van temporalmente a estudiar? ¿Se casan?
Sea cual sea la circunstancia, cuando los hijos se van se abre una posibilidad inesperada para los padres, quienes podrán hacer un nuevo proyecto de vida centrado en sí mismos, que responda a sus prioridades y retomando aquello que se había dejado de lado en el camino.
La percepción que los jóvenes tienen sobre la relación con sus padres difiere a lo largo del curso de la vida. Los hijos que viven con sus padres tienden a manifestar mayores grados de conflicto y estrés en sus relaciones por el desgaste cotidiano, en cambio, la distancia proporciona una percepción más relajada en torno al ambiente familiar.
Es importante saber que la salida del hogar no es un fenómeno que ocurra una sola vez en la vida de una persona, es un proceso caracterizado por varias salidas y retornos.
Mientras que en los países de Europa Occidental y Norteamérica la falta de empleo retrasa la salida de los jóvenes del hogar paterno, en México, muchos de los adultos jóvenes inician su transición a la vida laboral para contribuir a la economía familiar, lo que puede aplazar su salida el hogar.
Por otra parte, la incorporación al mercado laboral marca la transición de la juventud a la edad adulta de las generaciones recientes de mexicanos, mientras que en Europa o América del Norte, los jóvenes lo hacen para lograr su independencia.
Las llamadas transiciones familiares: salir del hogar paterno, casarse o unirse, o tener un hijo, ocurren la mayoría de las veces después del inicio de la vida laboral.
En zonas urbanas, la salida del hogar paterno coincide con la terminación de la educación formal.
La estadía prolongada de los hijos en el hogar paterno mexicano responde a la estrecha relación filial no sólo en términos sociales sino financieros: los jóvenes cuidan de sus padres emocional y económicamente.
En años recientes se observan las siguientes tendencias en México:
1) Las hijas permanecen más tiempo en el hogar paterno en comparación con sus madres.
2) Los hombres permanecen más tiempo con los padres en la medida en que se vuelven proveedores.
3) Las hijas de localidades rurales tienden cada vez más a salir del hogar por razones laborales, a menor edad, y no sólo para casarse (fenómeno migratorio).
4) Los jóvenes rurales tienden a salir del hogar antes que los urbanos (fenómeno migratorio).
La emancipación del hogar paterno tiende a acelerarse cuando se es mujer, se vive en comunidades rurales y en ambientes familiares restrictivos. En el sentido opuesto, habitar en hogares democráticos para la toma de decisiones, con buena comunicación con los padres y gozar de una buena situación económica, retrasa la salida.
Jóvenes que trabajan, se emancipan e inician su vida en pareja
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de la Juventud (2000) y el INEGI, 40% de los jóvenes encuestados han realizado la transición de salida de sus hogares paternos, 35% de los hombres y 44% de las mujeres. De ese total, un tercio ya había tenido algún tipo de unión previó a su salida del hogar paterno: 43% de mujeres contra 28% de los hombres.
• Pero no todos los hijos se van cuando se casan, el 40% de los hombres y el 27% de las mujeres permanecen en el hogar aun después de unirse en pareja.
• En la mayoría de los casos, el primer empleo se consigue mientras se habita en el hogar paterno, y son los hombres quienes se insertaron en mayor medida: 70% contra 59% de las mujeres.
• La salida del hogar vía no unión ocurre alrededor de los 18 años para ambos sexos. Los jóvenes rurales lo hacen primero, seguido de los urbanos, luego las mujeres urbanas, y finalmente las rurales.
• La educación de los jóvenes frente a la decisión de salir de casa sólo tiene efecto para aquellos que salen vía unión: a mayor educación, mayor será la estadía en el hogar paterno. El nivel de escolaridad no marca ninguna diferencia en el caso de los jóvenes que no salen vía unión.
Vivir en un ambiente restrictivo acelera la salida del hogar, y más en el caso de los jóvenes que optan por la unión como vía de emancipación del hogar paterno. Para este tipo de partida, cada aumento en el índice de prohibiciones triplica y casi cuadruplica la probabilidad de dejar el hogar para hijos e hijas, respectivamente.
La comunicación con los padres retrasa la salida del hogar. Cada aumento del índice de comunicación, provoca una disminución del 67% y 35% en los riesgos relativos de dejar la casa vía unión, o no unión para la población masculina. En el caso de la femenina, disminuyen 75% y 52% vía unión y no unión respectivamente. (Encuesta Nacional de la Juventud 2000, INEGI, Instituto Mexicano de la Juventud).
ENCUESTA NACIONAL DE JUVENTUD 2000
• El 39.1% de los jóvenes de 15 a 29 años de edad han estado fuera de la casa paterna por más de seis meses.
• La edad a la que salieron se dio básicamente entre los 15-19 (51.1%) y los 20-24 (25%) años de edad.
• La mayoría lo hace porque se casa o une en pareja (35 %), el segundo lugar la salida del hogar por motivos de trabajo (26%) y, por motivos de estudio (15%).

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