¡Hola
bebes! Os traemos el súper consejito del día sobre como organizar una ruta a
Italia y morir de amor (Qué cursi).
Roma
(dos días)
Tres
días en Roma es lo mínimo a programar en ésta gran ciudad. Es tiempo suficiente
para tener un panorama bastante completo (por ejemplo, ver en el primer día el
Coliseo y el Foro Romano, un segundo día para caminar por la ciudad, descubrir
el Panteón de Agripa, la Fontana de Trevi, caminar Plaza Navona, las
escalinatas de Plaza de España). De hecho, Roma en gran parte se puede explorar
a pie en dos días en su parte histórica, y para el tercer día reservar una
visita al Vaticano, la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos.
Florencia
(dos días)
El
cuarto y el quinto día de viaje será dedicado a Florencia, una ciudad
encantadora (no tardaremos en darnos cuenta de que es un punto inolvidable del
itinerario). Dos días hasta parecerán escasos para recorrer los principales
museos, pero podríamos seleccionar uno de los imprescindibles para una tarde
completa (Galería Uffizi), y luego diagramar un recorrido a pie por la ciudad,
una visita a la Basílica Catedral Santa María del Fiore, y sin dudarlo, un atardecer
en Piazzale Michelangelo.
Pisa
(un día)
Venecia
(fin del viaje)
Que
mejor que terminar nuestra ruta (o empezar si hacemos en sentido inverso) en
Venecia, una ciudad a la que le dedicaremos dos días antes de nuestro retorno.
Venecia es la oportunidad ideal para cambiar un coche por el vaporetto, o las
góndolas (aunque no salen muy a cuenta). Navegar y caminar, recorrer la Piazza
San Marcos y su entorno, perdernos en sus calles laberínticas. Hasta tendremos
tiempo para alguna escapada a islas como Lido, Burano, o una visita a la
Basílica o el Palacio Ducal.
Puedes disfrutar de la la pizza y los helados:
Pero lo más bonito son los italianos:
¡Hasta
luego amigos!
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