miércoles, 20 de marzo de 2013
Testimonio de Liam Payne
El cantante de One Direction, Liam Payne, fue otro caso de bullying además de su dura infancia por problemas de salud ya que tuvo perjudicado un riñon el cual fue extraido en una operación quirurjica lo que le llevó a vivir sus primeros años de vida en un hospital.
Al incorporarse en la escuela tras haber superado su enfermedad, se apuntó al equipo de baloncesto y con ello comenzó otra etapa de su vida carcaterizada por el bullying:
Mi familia solía ir a América en vacaciones así que era lo suficientemente bueno para ingresar en él. Pero eso provocó dos años de acoso por que ellos pensaba que yo me creía algo.
Mientras el era un adolescente de tan sólo 12 años, sus acosadores ya cursaban bachillerato; cuenta Liam:
Ellos querían mofarse de mí y me llamaban por nombres. Yo admitía que podía ser un poco tonto a veces, pero si decía algo a alguien ellos me golpeaban en la cara después. Me sentía fatal, algunas veces me escapaba de la escuela y me quedaba por las calles de la ciudad
Durante años no se lo dije a mis padres por que no quería que se preocuparan. Pero ocurrían cosas que yo no podía explicar como una vez cuando el acosador me puso Tipp-ex en los pantalones y mi madre tuvo que comprarme unos nuevos. Le conté a varias profesoras lo que estaba ocurriendo, pero nadie hizo nada.
Ocasionalmente yo trataba de aprender acerca de como defenderme. Esto me hacía llegar a casa con la cara marcada y a veces sin ropa pero gané mucha más confianza en mi mismo.
Dos años después las cosas cambiaron. Los acosadores me introdujeron en la carretera pero me mantuve allí y peleé contra ellos, pero esto casi provoca que me expulsaran del colegio por hacer cosas malas. Mis padres estaban devastados, pero yo jamás le conté lo que ellos querían hacer conmigo. Lo único bueno de eso es que el acoso terminó y finalmente pude centrarme en estudiar y otros asuntos.
Debí confiar en mis padres antes, es muy importante por que así ellos podrán ayudarte y no tendrás que ser juzgado por tus actos, ellos lo entenderán. Al final, crecí y nos mudamos de casa
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