El temporal del 21 de abril de 2017 ya está inscrito en las efemérides de los fenómenos costeros de la provincia. Las olas de hasta 7,8 metros de altura que la boya de la capital registró ayer son las mayores desde 1995, según las estadísticas de Puertos del Estado. El 31 de marzo de hace 22 años alcanzaron los 8,5 metros, mientras que en 2006 se quedaron muy cerca de las de ayer (7,7). Las consecuencias: chiringuitos y paseos marítimos inundados y con desperfectos, al igual que varias urbanizaciones; y playas descarnadas de arena en Guadalmar, Sacaba, La Misericordia, Huelin, La Caleta y Pedregalejo, por citar sólo las más afectadas.
Los paseos marítimos de La Misericordia, Huelin y Guadalmar quedaron inundados en varios puntos, llenos de arena, agua y cañas (había incluso peces muertos)y con destrozos en sus muros. La situación se repitió a lo largo de todo el litoral de la capital, en La Malagueta, La Caleta, Pedregalejo, los Baños del Carmen y El Palo, que también han sufrido el azote de las olas. El paseo de Guadalmar era literalmente como un río, donde las olas saltaban la escollera de protección que realizó Costas y entraban a su antojo hasta los jardines de la urbanización, además de anegar calles y aceras, que quedaron cubiertas con cañas y rastrojos. La acumulación de arena se extendió hasta la puerta del recinto del hotel Tryp Guadalmar. La marea no llegó a entrar en el chiringuito Servando, pero sí afectó de lleno a su terraza y el acceso al negocio fue durante toda la mañana imposible salvo con botas de agua. Su propietario, Servando Cidoncha, afirmó que en 24 años de historia del negocio no había sufrido nunca uno tan violento como este, y menos en el mes de abril. «El resultado es que nos inundamos, porque aquí llevan cinco años sin arreglar las playas, no reponen nada».El agua ha entrado también en establecimientos y locales de la zona, como el bar Paco. Su propietario, Rafael Martín, aseguró que este ha sido el peor episodio en las últimas dos décadas. Ayer se afanaba junto a sus empleados para limpiar el local. «Ha sido muy fuerte, mucho más que otras veces», afirmó. Apenas tienen electricidad y todavía no saben cuantas máquinas están afectadas. «Cada vez hay menos playa y las olas llegan con más fuerza», dijo, y recordó que todo el vertido que Costas hizo antes de la Semana Santa ya se ha perdido. El extenso arenal que hay junto a las viviendas se convirtió en una laguna y una a que estaba estacionada tuvo que ser remolcada por una excavadora que trabajaba en las inmediaciones.
Los paseos marítimos de La Misericordia, Huelin y Guadalmar quedaron inundados en varios puntos, llenos de arena, agua y cañas (había incluso peces muertos)y con destrozos en sus muros. La situación se repitió a lo largo de todo el litoral de la capital, en La Malagueta, La Caleta, Pedregalejo, los Baños del Carmen y El Palo, que también han sufrido el azote de las olas. El paseo de Guadalmar era literalmente como un río, donde las olas saltaban la escollera de protección que realizó Costas y entraban a su antojo hasta los jardines de la urbanización, además de anegar calles y aceras, que quedaron cubiertas con cañas y rastrojos. La acumulación de arena se extendió hasta la puerta del recinto del hotel Tryp Guadalmar. La marea no llegó a entrar en el chiringuito Servando, pero sí afectó de lleno a su terraza y el acceso al negocio fue durante toda la mañana imposible salvo con botas de agua. Su propietario, Servando Cidoncha, afirmó que en 24 años de historia del negocio no había sufrido nunca uno tan violento como este, y menos en el mes de abril. «El resultado es que nos inundamos, porque aquí llevan cinco años sin arreglar las playas, no reponen nada».El agua ha entrado también en establecimientos y locales de la zona, como el bar Paco. Su propietario, Rafael Martín, aseguró que este ha sido el peor episodio en las últimas dos décadas. Ayer se afanaba junto a sus empleados para limpiar el local. «Ha sido muy fuerte, mucho más que otras veces», afirmó. Apenas tienen electricidad y todavía no saben cuantas máquinas están afectadas. «Cada vez hay menos playa y las olas llegan con más fuerza», dijo, y recordó que todo el vertido que Costas hizo antes de la Semana Santa ya se ha perdido. El extenso arenal que hay junto a las viviendas se convirtió en una laguna y una a que estaba estacionada tuvo que ser remolcada por una excavadora que trabajaba en las inmediaciones.
El balneario de los Baños del Carmen permanecerá cerrado hoy, igual que ocurrió ayer. El oleaje volvió a romper el muro de contención y el agua entró en el salón, donde los empleados se han volcado en la limpieza. Se ha producido un gran agujero en la terraza (que está impracticable)y hay rocas y arena por todas partes. Se han quedado sin luz y han tenido que alquilar un transformador para que la comida de las cámaras no se pierda. «El temporal nos ha hecho perder reservas para unas 300 personas mañana (por hoy), nos ha hecho mucho daño». Unido a todo lo anterior, el viento provocó ayer la caída de una palmera del Parque sobre el recinto Eduardo Ocón.
Meteorología tendrá activo el aviso naranja en Málaga por fenómenos costeros hasta las 8.00 horas de hoy, aunque ayer por la tarde ya comenzó a amainar. A partir de ese momento, bajará a nivel amarillo, con viento de levante fuerza 7 y olas de tres a cuatro metros, hasta las 18.00 horas, cuando se acabará.
A pesar de la virulencia del temporal, el Ayuntamiento y la Subdelegación se comprometieron ayer a reponer las zonas afectadas y las playas en los próximos días y siempre antes de la temporada alta de verano. El alcalde, Francisco de la Torre, que visitó ayer el litoral, aseguró que los daños van a ser reparados y las calles se limpiarán en cuanto el mar remita: «A lo largo de la próxima semana estará listo». En Sacaba, se comprometió a reponer el muro que se ha caído «con la máxima fortaleza», y señaló que se aprovechará la arena acumulada para regenerar las playas, en coordinación con Costas, con quien también se va a estudiar la reposición de la antigua escollera de la urbanización, que ha perdido su eficacia. Según recordó, la de San Andrés (Huelin)la va a regenerar la Autoridad Portuaria antes del verano, y pidió al Estado que los Presupuestos destinen los fondos necesarios para hacer aportes.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, garantizó ayer que las playas estarán en perfecto estado para la temporada de verano, aunque habrá que esperar hasta el fin del episodio para evaluar la situación. «Lo importante es que no hemos tenido que lamentar daños personales ni materiales de gran entidad». A su juicio, las actuaciones que se llevaron a cabo tras los anteriores casos han permitido que las playas estuviesen en condiciones óptimas para Semana Santa; así como evitar mayores daños en aquellos lugares donde se había actuado.
A nivel marítimo, la normalidad se empezó a recuperar ayer. La compañía Trasmediterránea anunció que reanudaba las salidas habituales de los buques que operan entre Melilla y Málaga, que el día anterior habían quedado suspendidas por las malas condiciones meteorológicas. Tras la tempestad, esta tarde volverá la calma al litoral malagueño.
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